Dr.
Ricardo Diez – La sarna: una afección cutánea habitual que se puede prevenir y tratar (2ª parte)
Tipos de Sarna y su Diagnóstico
Tipos de Sarna
1. Sarna Común o Clásica
Es la forma más frecuente de sarna.Se presenta en personas sanas y se caracteriza por una picazón intensa, especialmente durante la noche.
2. Sarna Costrosa (Noruega)
Esta variante es grave y muy contagiosa, afectando generalmente a personas inmunosuprimidas, como aquellas con VIH/SIDA, cáncer u otros tipos de inmunosupresión.En esta forma, se pueden encontrar miles o incluso millones de ácaros, en comparación con los 10 a 15 que se observan en la sarna común.
Se manifiesta con costras gruesas y un engrosamiento de la piel, y en ocasiones puede no presentar picazón, dificultando así el diagnóstico.
3. Sarna Infantil o del Lactante
Afecta principalmente a bebés y niños pequeños, y puede presentarse en áreas poco comunes en adultos, como el rostro, el cuero cabelludo, las palmas y las plantas de los pies.Suele causar picazón intensa, irritabilidad y alteraciones del sueño.
4. Sarna Nodular
Se caracteriza por la aparición de nódulos duros, rojos y muy pruriginosos, que pueden persistir incluso después de eliminar los ácaros.Generalmente se localiza en áreas tales como los genitales, axilas o glúteos.
5. Sarna Recurrente o Persistente
Surge cuando el tratamiento no es adecuado o existe reinfección.Es común en entornos donde no se realiza un tratamiento simultáneo para todas las personas en contacto con el afectado.
Diagnóstico
El diagnóstico se basa en criterios clínicos, epidemiológicos y parasitológicos.Aunque se puede realizar una validación a través de la detección de ácaros, huevos o heces mediante examen microscópico, un resultado negativo no descarta el diagnóstico.
La inflamación y el rascado pueden provocar infecciones secundarias bacterianas, como impétigo o forunculosis, que podrían generar complicaciones renales.
Es importante realizar un diagnóstico diferencial con dermatitis atópica, dermatitis de contacto y picaduras de artrópodos.
Tratamiento
El enfoque terapéutico incluye la erradicación de la infección, el manejo del prurito, el tratamiento de complicaciones, la atención a contactos personales cercanos y la implementación de medidas ambientales para minimizar la transmisión y recurrencia.Las opciones de tratamiento incluyen: Terapia tópica con permetrina en todo el cuerpo.
Terapia oral con ivermectina.
Lavado de la ropa con agua caliente y secado a 60 grados.
Pronóstico
La mayoría de las personas afectadas se recuperan tras recibir dos tratamientos con ivermectina o permetrina, considerados como tratamientos de primera línea.Sin embargo, algunos pueden experimentar picazón residual que puede persistir hasta un mes después de lograr erradicar la sarna.
Conclusión
La sarna es una ectoparasitosis altamente contagiosa que frecuentemente se presenta en situaciones de convivencia cercana.Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado son fundamentales para el control tanto a nivel individual como comunitario.
La gestión efectiva implica el tratamiento simultáneo de convivientes, la adopción de prácticas de higiene ambiental y el seguimiento médico.
La educación sanitaria y la desestigmatización son cruciales para prevenir nuevos casos y fomentar consultas oportunas.
Fuente: El Telegrafo