Dr.
Ricardo Diez: Lo que hay que conocer sobre la hiperplasia prostática benigna y las estrategias para afrontar esta común afección.
Hiperplasia Benigna de la Próstata: Un Desafío para la Salud Masculina
La hiperplasia benigna de la próstata (HBP) se caracteriza por un aumento en el tamaño de la glándula prostática, lo que genera dificultades al momento de orinar.Esta condición es especialmente común entre hombres mayores de 50 años, con una prevalencia demostrada que comienza entre los 40 y 45 años, alcanzando un 60% a los 60 años y un 80% a los 80 años.
Se trata de una enfermedad crónica que puede afectar significativamente la calidad de vida de quienes la padecen.
Intervenciones Quirúrgicas
Se estima que aproximadamente un 25% de los pacientes diagnosticados con HBP necesitarán ser sometidos a cirugía.Además, esta patología es la causa más frecuente de obstrucción urinaria en hombres.
Cabe destacar que el tamaño de la próstata no siempre es un indicador del grado de severidad de la obstrucción y, por otro lado, la HBP no guarda relación directa con el cáncer de próstata.
Síntomas Comunes
Urgencia para orinar.Nicturia (necesidad de orinar frecuentemente durante la noche).
Dificultades para iniciar la micción.
Flujo de orina débil o interrumpido.
Goteo tras finalizar la micción.
Incapacidad para vaciar completamente la vejiga.
Factores de Riesgo
Los factores de riesgo más relevantes incluyen el envejecimiento y alteraciones en los niveles hormonales.Otros elementos a considerar son el estilo de vida, la obesidad, la diabetes y la predisposición genética.
Realizar actividad física regularmente puede contribuir a reducir el riesgo de desarrollar HBP.
Complicaciones Potenciales
Retención aguda de orina que puede requerir la colocación de una sonda en la vejiga.Infecciones urinarias, provocadas por la incapacidad de vaciar completamente la vejiga.
Cálculos vesicales debido al vaciado incompleto.
Daño en la vejiga, afectando su capa muscular y su capacidad de contracción.
Insuficiencia renal provocada por una obstrucción urinaria prolongada.
Hematuria (presencia de sangre en la orina).
Diagnóstico
El diagnóstico de HBP involucra una historia clínica orientada a síntomas urológicos.La Escala Internacional de Síntomas Prostáticos (IPSS) es una herramienta útil para evaluar y monitorear la intensidad de los síntomas relacionados.
Asimismo, se puede realizar un tacto rectal y una evaluación paraclínica completa que incluya estudios de función renal, análisis de orina y determinación de PSA en sangre.
También se recomienda la ecografía del aparato urinario, junto con un estudio del flujo urinario para evaluar el grado de obstrucción.
Tratamiento
El tratamiento de la HBP depende de la gravedad de los síntomas, el riesgo de complicaciones, el grado de obstrucción y el impacto en la calidad de vida del paciente.Se pueden implementar cambios en el estilo de vida, como modificaciones dietéticas y ejercicios específicos para fortalecer el piso pélvico.
En casos severos, se puede recurrir a tratamientos farmacológicos, así como a opciones quirúrgicas o de láser.
Conclusión
Es esencial que los hombres comiencen a controlar su salud prostática a partir de los 50 años.Se debe considerar la derivación a un urólogo si se presentan hematuria, síntomas intensos, dolor significativo, anomalías en el PSA, dificultad para orinar, o si hay antecedentes de enfermedades neurológicas que puedan provocar síntomas del tracto urinario inferior.
Fuente: El Telegrafo