Dr.
Ricardo Diez: Conozca a fondo la enfermedad del hígado graso no alcohólica (EHGNA) y su impacto en la salud.
Enfermedad Hepática Grasa No Alcohólica (EHGNA): Una Afección Silenciosa
La Enfermedad Hepática Grasa No Alcohólica (EHGNA) se define por la acumulación anormal de grasa en el hígado.Su gravedad puede variar desde la esteatosis hepática, comúnmente conocida como hígado graso, hasta una forma más severa denominada esteatohepatitis no alcohólica.
A medida que avanza, la esteatohepatitis no alcohólica podría causar cicatrices en el hígado (fiosis) y, potencialmente, llevar a cirrosis o incluso cáncer de hígado.
Esta enfermedad es frecuentemente asintomática, lo que significa que muchos pacientes pueden convivir con ella durante años sin presentar síntomas ni tener conocimiento sobre el estado de su hígado.
Se estima que afecta entre un 7% y un 20% de la población adulta, siendo más común entre los 50 y 70 años.
Datos Relevantes
Un 90% de las personas diagnosticadas con EHGNA son obesas, mientras que el 75% presentan diabetes tipo 2 y aproximadamente el 30% reportan hiperlipidemia, es decir, niveles elevados de grasas en sangre.Además, esta condición representa una de las causas del aumento de trasplantes hepáticos en adultos jóvenes.
Cuadro Clínico
La EHGNA suele ser asintomática, aunque algunos pacientes pueden experimentar síntomas como: Fatiga Molestias en el lado derecho del abdomen Hinchazón abdominal Agrandamiento del hígado y del bazo Palmas rojas Coloración amarillenta en la piel y ojosFactores Causales
El sedentarismo, combinado con una dieta alta en grasas y azúcares, promueve la acumulación de grasa en el hígado y supera su capacidad para eliminarla.Los factores de riesgo asociados a la EHGNA incluyen: Genética Obesidad Resistencia a la insulina Diabetes tipo 2 Niveles elevados de triglicéridos en sangre
Diagnóstico de la EHGNA
El diagnóstico se sospecha mediante pruebas hepáticas alteradas y/o la presencia de esteatosis en una ecografía abdominal.Para confirmarlo, se requieren cuatro criterios fundamentales: No haber consumido alcohol de manera significativa.
Descartar otras causas, como medicamentos.
No presentar enfermedades hepáticas crónicas coexistentes.
Demostrar la existencia de esteatosis mediante imágenes o histología.
Además, se recomienda solicitar marcadores para hepatitis virales y enfermedad celíaca, y en algunos casos, realizar un FibroScan para evaluar la fibrosis del hígado.
Tratamiento
Las modificaciones en la dieta, la actividad física regular y la pérdida de peso representan el tratamiento de primera línea para la EHGNA.La disminución de peso puede mejorar las pruebas bioquímicas hepáticas, la histología, los niveles de insulina en sangre y, en general, la calidad de vida de los pacientes.
Se sugiere perder al menos un 10% del peso corporal.
Una dieta rica en frutas y verduras, baja en calorías y grasas saturadas, así como un control riguroso en pacientes diabéticos, son recomendaciones clave.
Es aconsejable también la vacunación contra hepatitis A y B, y el manejo de alteraciones en los niveles de triglicéridos y colesterol.
En ciertos casos, se contempla la cirugía bariátrica.
Evolución de la Enfermedad
Estudios indican que, en promedio, se requieren alrededor de veinte años para que una persona pase de una fase de esteatosis simple a cirrosis.Los pacientes con múltiples factores de riesgo, como diabetes, hipertensión, dislipidemia y obesidad, tienen un mayor riesgo de evolución y empeoramiento más acelerado de la enfermedad.
Fuente: El Telegrafo