El profundo lazo que une a Armando con sus fieles compañeros caninos
Reflexiones sobre la Relación Hombre-Perro
Por Armando Guglielmone Instructor canino – Educador etólogo Contacto y/o sugerencias: 098 539 682Un Encuentro que Marcó el Comienzo de una Pasión
En 1982, mientras caminaba por Montevideo hacia la terminal de la Agencia para regresar a Salto, me topé con un vendedor ambulante que tenía un puesto improvisado en la vereda.Al detenerme para curiosear, descubrí una colección de fascículos sobre perros, específicamente la "Enciclopedia del Perro", publicada por Anessa-Rizzoli.
Fascinado, decidí gastar todos mis ahorros de esas vacaciones en adquirir la mayor cantidad posible de fascículos.
Rogué al vendedor que guardara el resto para que mi acompañante pudiera comprarlos más tarde.
Durante el viaje de regreso leí cada fascículo que pude, y creo que fue en ese momento cuando nació oficialmente mi entusiasmo por los perros.
A pesar de haber tenido mascotas en casa, nunca habíamos tenido uno de raza específica; siempre habían sido conocidos como “Foster”.
Al leer sobre las diversas razas, sus capacidades y hazañas, me di cuenta de que estos perros eran extraordinarios.
La Realidad Detrás de la Raza
A medida que continué instruyéndome y leyendo sin descanso, me fui dando cuenta de que no todo era tan ideal como se describía en los fascículos.En ese tiempo no existía YouTube, así que la comprensión lectora se convirtió en mi principal herramienta.
Aprendí que la realidad es que no todos los perros de razas específicas poseen las habilidades maravillosas que se mencionan.
La diferencia radica entre el estándar racial y la selección dirigida al trabajo.
Un detalle curioso es que en los fascículos adquiridos, no se hacía mención al ovejero alemán de líneas de trabajo.
En esos años, la “Cortina de Hierro” en Europa del Este limitaba el acceso a información sobre estos perros.
Así, fui descubriendo que no todo es lo que parece y que el solo hecho de pertenecer a una raza no garantiza que un perro pueda llevar a cabo las fantasticas acciones que se describen de forma general.
La Diversidad en la Relación con los Perros
Con el tiempo, ya comprometido con mi labor, observé que no todas las personas tienen la misma relación con los perros.Pude ver “adiestradores” que maltrataban a los animales, cazadores que, enfurecidos, mataban a sus propios perros y propietarios que deberían tener prohibido tener mascotas.
Esto no siempre se debe al maltrato; a menudo, es por una falta de consideración hacia estos seres vivos.
En muchas ocasiones, un perro puede ser visto como un objeto decorativo o un símbolo de estatus.
Sin embargo, al final del día, sigue siendo un perro.
Independientemente de su raza, puede cavar hoyos, ladrar sin parar o revolcarse en las flores.
A pesar de sus travesuras, este animal forma vínculos afectivos profundos con nosotros, y deshacerse de él de manera abrupta puede resultar en un trauma significativo.
Una Oportunidad Perdida
Recientemente, tuve la experiencia de entrenar a un hermoso perro de raza.No importa cuál, pues lo relevante fue que me lo ofrecieron de regalo, creyendo que debería cuidarlo alguien que supiera apreciar su linaje.
La verdad es que, aun aceptando regalos, las circunstancias a veces nos llevan a renunciar a cosas deseadas.
Así se lo hice saber al propietario, explicándole mis razones y ofreciéndome a encontrarle a la persona adecuada.
Su respuesta me desconcertó: si no encontraba alguien rápidamente, lo llevaría a cualquier “refugio”.
Esta experiencia evidenció que no todos los perros son aptos para lo que se menciona en los libros, al igual que no todas las personas están capacitadas para cuidar de ellos.
Sin embargo, lo que realmente marca la diferencia es que, a pesar de nuestras imperfecciones, un perro jamás nos descartaría.
Fuente: Diario Cambio