Reflexiones y Festejos: Explorando la Esencia del Fin de Año en Nuestra Comunidad
Reflexiones de Fin de Año
Reflexiones del Padre Martín Ponce de León: Un Año que se Va y un Nuevo Comienzo
A medida que nos acercamos al cierre del 2024, surge la necesidad de formular deseos y propósitos.Este tiempo de reflexión nos invita a evaluar las experiencias vividas, algunas de las cuales deseamos continuar, mientras que otras requieren modificaciones o nuevas búsquedas.
Sin duda, nos enfrentamos a desafíos que debemos enfrentar con coherencia y decisión.
No es que el próximo año vaya a ser drásticamente diferente al que estamos dejando atrás, sino que el aprendizaje acumulado durante estos meses nos brinda la oportunidad de conocernos un poco más.
Aunque la vida siempre nos tiene preparadas sorpresas, este es un buen momento para establecer objetivos claros en vista del nuevo año.
El año que concluye ha sido intenso y lleno de situaciones que deseamos repetir en el futuro cercano.
Hemos vivido momentos que nos han brindado felicidad y que quizás no hemos sabido valorar como corresponde.
La vida constantemente nos ofrece oportunidades para demostrar qué hemos aprendido y cómo podemos mejorar.
A través de encuentros con personas que nos hacen cuestionar nuestra existencia, hemos enriquecido nuestras vidas.
Algunas de estas personas, cuya presencia desconocíamos, han pasado a formar parte significativa de nuestro camino.
Uno de los aspectos que me gustaría prolongar es la visita a comedores y merenderos, donde la solidaridad y la generosidad toman forma a través de rostros concretos.
Estas experiencias no solo son un regalo, sino también lecciones valiosas sobre la vida.
Me siento privilegiado por poder aprender de ellas.
No sería justo de mi parte no apreciar lo vivido en el transcurso de este año, lo que naturalmente lleva a desear continuar con esta labor en el año que comienza.
Frente al futuro, es fundamental establecer propósitos que sean alcanzables en nuestra cotidianidad, evitando que se conviertan en promesas vacías.
Uno de mis objetivos será dedicar menos tiempo a mí mismo y poner más énfasis en los demás, particularmente en aquellos que necesitan ayuda en mi entorno.
Deseo prestar mayor atención a quienes claman por asistencia, recordando que Dios los ha puesto en mi camino y que su aceptación es un regalo que debo valorar.
No estoy seguro si se trata de un propósito o un sueño, pero estoy convencido de que es una tarea en la que debo involucrarme más y aprender a escuchar con atención.
El 2023 ha sido un año dedicado a observar, conocer, dar pequeños pasos y descubrir nuevas posibilidades.
Ojalá que el nuevo año represente una oportunidad para ser más útil, estar al servicio de los demás y concretar lo que he ido aprendiendo.
Al iniciar este nuevo ciclo, elevaré mis plegarias para que Dios me otorgue la capacidad de ser verdaderamente útil, mucho más de lo que me he sentido en algunos momentos de este año que finaliza.
Fuente: Diario Cambio