La búsqueda del entrañable perro uruguayo: una narración conmovedora que te atrapará.
El Futuro del Cimarrón: Entre el Reconocimiento y el Olvido
Por María Victoria Pintos Bonessi El dicho popular señala: “Nadie es profeta en su tierra”, y esta máxima se aplica de manera particular al perro de raza Cimarrón.Después de haber logrado un notable reconocimiento internacional gracias a la labor para encontrar ejemplares que se asemejen a las descripciones históricas del siglo XVIII y XIX, el apogeo de esta raza parece haber quedado atrás.
En la primera década del siglo XXI, su popularidad fue significativa, pero en la segunda, su interés ha disminuido considerablemente.
Rememoro que a finales de los años 90, incluso existía un grupo de perros policiales en Canelones conformado únicamente por esta raza.
Se intentó introducir al Cimarrón en diversos ámbitos; un ejemplo visible de esto era la presencia de un perro de esta raza desfilando junto a los Blandengues.
Sin embargo, surge la pregunta: ¿por qué ha dejado de interesarle a quienes disfrutan de los perros? Las razas como el ovejero alemán, especialmente aquellas de líneas de trabajo, junto con los más recientes ovejeros belgas Malinois, han opacado al Cimarrón.
Además, otros perros como border collies y kelpies han demostrado ser más eficaces en el ámbito rural.
A mi entender, el problema radica en la intención de presentar al Cimarrón como un perro polifacético y apto para todo tipo de tareas, algo que es complicado, especialmente tratándose de una raza relativamente nueva sin una selección de trabajo adecuada.
Resulta importante mencionar el impacto negativo que pueden tener las exposiciones de belleza, particularmente en razas consideradas de trabajo.
Estas tienden a premiar y promover la cría de perros que lucen bien, sin que necesariamente cumplan con las funciones para las cuales fueron concebidos.
El Cimarrón, siendo un perro del tipo moloso, nunca debería ser tan grande o pesado como para que esto le impida desempeñarse adecuadamente.
En su momento, asistí a algunos criadores en la preparación de sus perros para exposiciones.
Uno de ellos contaba con ejemplares grandes y pesados, ideales para protección, aunque su dueño me confesaba que no podían trotar más de cuatro cuadras sin cansarse, lo que resultaba poco práctico para el campo.
Otro criador me llevó un perro que, a pesar de que tras arduos esfuerzos logramos disminuir sus inseguridades, seguía siendo muy miedoso.
Le recomendé que no lo reprodujera, pues su problema era congénito y podría heredarse.
Sin embargo, su dueño prefirió priorizar la estética en las exposiciones.
Criterios como estos, sin duda, contribuyeron a que la raza se fuera apagando lentamente y perdiendo interés.
No obstante, es justo reconocer que he tenido la oportunidad de adiestrar a varios buenos ejemplares de Cimarrón.
La mayoría son perros equilibrados, seguros, muy guardianes y poco ladradores, lo que hace que su ladrido tenga un motivo justo.
Aquellos que he preparado en defensa, con algunas excepciones, han demostrado ser extraordinarios.
Como suele decirse, “cuando se les despierta el indio”, son fabulosos perros de protección.
Recuerdo en especial a uno llamado Ron, quien, pese a requerir un esfuerzo inicial considerable, alcanzó un desempeño sobresaliente, realizando tareas de búsqueda y ataque como si fuera un Malinois.
Así que, si está en busca de un buen perro de compañía o protección y desea evitar lo habitual, considere adoptar un Cimarrón de calidad.
Estoy seguro de que quedará conforme, y quién sabe, tal vez yo también lo haga.
Armando Guglielmone Instructor Canino Educador Etólogo Ovejeros Alemanes Von Schutzmann Contacto: 098 539 682
Fuente: Diario Cambio