A pesar de la controversia, el exmandatario ecuatoriano expresa su descontento por la inclusión de su familia en la restricción de viaje, a pesar de que no solicitaron visa para ingresar a Estados Unidos.
Prohibición de ingreso a EE.
UU.
para Rafael Correa: el exmandatario la considera una "condecoración imperial"
EN QUITO – El expresidente de Ecuador, Rafael Correa, ha calificado la reciente prohibición de ingreso a Estados Unidos como "una condecoración imperial".Según Correa, esta decisión refleja su resistencia a someterse a los intereses estadounidenses y representa una intromisión en los asuntos internos de Ecuador, supuestamente destinada a desviar la atención de la gestión del actual presidente, Daniel Noboa.
En una entrevista por videoconferencia con EFE, Correa expresó: "Ellos están en su derecho a dar o no visas, pero están haciendo política.
Que se metan conmigo es una condecoración, porque significa que no me he sometido a sus intereses, sino a los de mi pueblo".
Sin embargo, criticó la inclusión de su familia en esta prohibición y la divulgación pública de sus nombres, señalando que sus hijos, menores de edad durante su mandato, no han solicitado nunca un visado para Estados Unidos.
Correa agregó: "Esto debería ser un escándalo mundial y no pasa nada", enfatizando que el anuncio del Gobierno estadounidense implica una clara injerencia en la política ecuatoriana y una intención de perseguir y humillar.
La situación actual y acusaciones de corrupción
La prohibición también afecta al exvicepresidente Jorge Glas y su familia, quienes enfrentan acusaciones de participar en "actos de corrupción significativos" al aceptar sobornos a cambio de contratos gubernamentales favorables, según Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos.Correa, por su parte, vive en Bélgica como refugiado, con una condena de ocho años de prisión por cohecho y una inhabilitación política.
Glas, en tanto, cumple condenas por asociación ilícita y cohecho, rechazando las acusaciones y autoidentificándose como perseguido político.
Un intento de desviar la atención
Correa planteó varias hipótesis sobre las razones detrás de la decisión estadounidense, sugiriendo que podría ser una táctica para desviar la atención de la crisis energética que enfrenta Ecuador, caracterizada por apagones programados de hasta diez horas diarias, una recesión económica y un aumento de la violencia criminal."Noboa está desplomado en las encuestas", aseguró el exmandatario, quien mencionó que la candidata de su movimiento, Luisa González, se perfila como la principal oponente del presidente en los próximos comicios generales.
Correa recordó que Noboa, nacido en Miami, ha ofrecido a Estados Unidos reformar la Constitución para permitir nuevamente bases militares en Ecuador, después de que Correa no renovara el convenio que permitía la presencia de tropas estadounidenses en 2009. "Este escándalo busca desviar la atención de los cortes de energía y la crisis de seguridad", añadió.
Un mensaje amenazante
El líder de Revolución Ciudadana considera que la prohibición fue coordinada con el Gobierno ecuatoriano, ya sea por la influencia de Noboa o de la fiscal general, Diana Salazar."Es un mensaje que dice: 'mira de lo que somos capaces' y van más allá al ignorar incluso a tu familia", afirmó Correa, quien advirtió que este tipo de acciones tienen un impacto amenazante y buscan silenciar a quienes se oponen al régimen.
Correa manifestó su profunda decepción ante esta situación, subrayando que la intromisión en su familia es lo que más le indigna.
"Créeme que quiero a los Estados Unidos, pero estoy empezando a ver que he estado equivocado.
No tienen límites ni escrúpulos; la doble moral es repugnante", concluyó.
Fuente: Telemundo47