Un siglo de vida y sabiduría: Iris Cámpora de Pérez comparte su conmovedora reflexión al cumplir 100 años: “Soy feliz y le pido a Dios que me regale un poco más de tiempo”.
Centenario de Iris Cámpora: Una Vida Plena y Agradecida
“Estoy muy agradecida con todos porque soy feliz y pido a Dios que me dé un poquito más”, expresó Iris Cámpora de Pérez en una emotiva entrevista concedida a Pasividades, tras celebrar su centenario el pasado 14 de marzo.La significativa fecha fue festejada en tres ocasiones: comenzó con una fiesta sorpresa en un hotel de Barcelona, ciudad que visita desde hace 50 años por ser el hogar de su hijo; continuó en Termas de Almirón y finalizó con una misa de agradecimiento, donde recibió el cariño de sus seres queridos.
En su día especial, Iris recibió un total de 261 llamadas, recordando que la clave para alcanzar esta longevidad en plena salud mental y física ha sido su actitud positiva y el espíritu alegre que ha mantenido desde su niñez.
Raíces y Trayectoria
Nacida en Fray Bentos como hija única de Pedro y Brenilda, Iris ha residido en Paysandú durante los últimos 60 años.Desde su llegada, se sintió muy acogida y dedicó gran parte de su vida a trabajar en diversas organizaciones de acción social.
“Mi temperamento siempre fue muy alegre y tuve una niñez y una juventud preciosa.
A los 15 conocí a mi esposo y nos casamos cuando yo tenía 19 años.
Me apasioné por el deporte, jugué al voleibol y al tenis, y siempre amé el ballet clásico,” comentó.
Sus recuerdos permanecen frescos en su memoria prodigiosa, así como en un álbum que atesora fotografías y recortes de sus actuaciones en el Teatro Young y en el Sodre, además de anuncios de su compromiso y boda en febrero de 1945. “Bailé hasta noviembre del ‘44, unos meses antes de casarme.
También me recibí de profesora de piano.
Todo fue muy bonito, disfrutaba del baile y cantaba con mucho amor,” agregó.
Un Encuentro Memorables con un Poeta Nacional
A tan solo 6 años, Iris tuvo el honor de recitar ante Juan Zorrilla de San Martín.“Recité 3 páginas de estrofas, lo recuerdo como un hombre pequeño y agradable que había llegado a Fray Bentos ese día para la inauguración de una calle que llevaba su nombre,” relató, citando un artículo del diario La Campaña del 28 de octubre de 1931, días antes del fallecimiento del poeta.
Amor y Compromiso con Paysandú
Después de un noviazgo a distancia de casi cinco años, Iris se casó con el joven montevideano Walter Pérez.Posteriormente, junto a sus hijos Graciela y Raúl, se mudaron a Paysandú.
Allí, su esposo fue trasladado al Banco Río Negro, y desde 1965 adoptaron esta ciudad como su hogar.
“Walter era rotario y yo su esposa.
Nos integramos rápidamente a la sociedad sanducera, colaborando incluso en la Comisión de Apoyo al Hospital,” compartió.
Iris también formó parte del Movimiento de Acercamiento de Esposas de Rotarios y ha apoyado incansablemente distintas instituciones benéficas.
Aunque guarda gratos recuerdos de Fray Bentos, confiesa que desde su llegada a Paysandú “estuve encantada con toda la comunidad; tengo muchas amigas,” concluyó.
Fuente: El Telegrafo