Dr.
Ricardo Diez: Un homenaje que revela la profunda huella que ha dejado en la salud pública.
El Shock: Un Cuadro Clínico Crítico
El shock es un estado clínico que se relaciona con diversos procesos potencialmente mortales.Ocurre cuando el organismo no recibe un flujo sanguíneo adecuado, lo que impide que las células y órganos cuenten con suficiente oxígeno y nutrientes para su correcto funcionamiento.
Este fenómeno es una vía final común a múltiples condiciones médicas que presentan alta prevalencia y mortalidad.
Fisiología del Shock
El shock es un proceso fisiológico continuo que inicia con un evento desencadenante, como una infección focal (por ejemplo, un absceso) o una lesión.Estos eventos producen cambios fisiopatológicos que pueden avanzar a través de diferentes etapas.
Las fases iniciales del shock, como el preshock y el shock en sí, son más receptivas a la terapia y tienen mayor probabilidad de ser reversibles.
En cambio, el shock terminal está asociado a daños irreversibles en órganos vitales y a un alto riesgo de mortalidad.
Causas del Shock
Cardiogénico: Infarto de miocardio, arritmias.Hipovolémico: Pérdidas agudas de sangre, quemaduras graves, pancreatitis, perforación intestinal, diarrea o vómitos intensos.
Obstructivo: Embolia pulmonar, neumotórax.
Distributivo: Infeccioso (séptico), anafilaxia, enfermedades hepáticas, causas neurológicas.
Síntomas del Shock
Los signos clínicos del shock incluyen: Fiebre Hipotensión menor a 90 mmHg de máxima Ansiedad o agitación Inconsciencia Labios y uñas morados Dolor torácico Confusión Mareos Piel pálida, fría y pegajosa Disminución de la orina Sudoración profusa Pulso rápido y débil Respiración superficialDiagnóstico
El diagnóstico del shock se basa en una serie de signos clínicos junto con pruebas analíticas y de imagen.Entre las acciones realizadas se incluyen: Historia clínica y examen físico urgente, evaluando membranas mucosas, venas del cuello, pulmones, corazón, abdomen y articular, además de buscar focos infecciosos.
Pruebas paraclínicas como hemograma, evaluación de función renal y hepática, análisis de enzimas cardíacas (troponina), coagulación sanguínea y dímero D; hemocultivos.
También se realiza un gasometría para identificar acidosis metabólica o aumento de lactato.
Imágenes como radiografía de tórax, ecografía en el punto de atención y tomografía computada.
Tratamiento
El tratamiento del shock incluye soporte circulatorio, respiratorio y de fluidos corporales.Se pueden emplear fármacos cardiovasculares, antibióticos y corticoides, además de abordar la enfermedad causante del cuadro.
Conclusión
El shock es un cuadro clínico con múltiples causas, donde el factor común es la insuficiencia en el suministro de oxígeno y nutrientes a los tejidos.La detección temprana de enfermedades críticas y su progresión es fundamental para evitar un estado de shock.
Los índices de alerta temprana, basados en variables fisiológicas como la frecuencia cardíaca y la presión arterial, son fáciles de calcular en el entorno clínico.
El pronóstico del shock varía en función de la causa subyacente, las enfermedades preexistentes que puedan complicar el cuadro, el tiempo que transcurre desde el inicio hasta el diagnóstico, así como la rapidez y adecuación del tratamiento proporcionado.
Fuente: El Telegrafo