Un joven uruguayo relata su apasionante aventura en la cacería de tormentas, que comenzó junto a su padre en octubre de 2019. Con el tiempo, adquirió su propio auto y se lanzó al emocionante mundo de salir solo en busca de estos fenómenos naturales.
Matías Mederos: El joven uruguayo que caza tormentas
Matías Mederos es un apasionado de la Meteorología que recorre Uruguay registrando los fenómenos climáticos que afectan al país.En una reciente charla con Subrayado, Mederos compartió su experiencia y motivaciones detrás de esta singular actividad.
Una pasión desde joven
“Ser un cazador de tormentas básicamente es ir y documentar los fenómenos meteorológicos extremos que ocurren en nuestro país, tratando de ayudar a la población en caso de una catástrofe”, explicó.Desde temprana edad, su amor por las tormentas lo llevó a interesarse en el funcionamiento de estos fenómenos, aclarando: “No es que adore que haya desastres, sino que me gustan las tormentas y cómo funcionan”.
Conciencia sobre las tormentas severas en Uruguay
Mederos destacó la importancia de que la población comprenda que Uruguay es un país propenso a tormentas severas, lo que puede llevar a situaciones de riesgo.“Es fundamental prestar atención a los sistemas meteorológicos que tenemos”, añadió.
Experiencias en la caza de tormentas
El joven meteorólogo se asegura de mantenerse alejado del centro de las tormentas para evitar los peligros asociados, como granizo de gran tamaño y vientos destructivos.Su incursión en la caza de tormentas comenzó a los 19 años, cuando realizó su primera salida junto a su padre en octubre de 2019. En ese viaje, recorrieron casi mil kilómetros entre Tacuarembó y Cerro Largo en busca de tormentas.
En 2020, ya con su propio automóvil, Matías se aventuró a buscar fenómenos aislados, disfrutando de la experiencia de salir a las rutas.
“Solo quería salir a probar y ver lo que se sentía y estuvo muy bueno; hoy recorro casi todo el país”, expresó.
La adrenalina y el riesgo de cazar tormentas
La emoción inicial de capturar un fenómeno que le apasiona se transforma rápidamente en adrenalina y miedo cuando las condiciones se complican.Mederos recuerda una experiencia particularmente intensa: “Granizo de ocho centímetros nunca me había tocado experimentar y fue una situación bastante fea”.
La labor de Matías Mederos no solo refleja su pasión, sino también un compromiso con la seguridad de los demás, contribuyendo a crear conciencia sobre los eventos meteorológicos extremos que pueden afectar a Uruguay.
Fuente: Subrayado