Las disonancias del Frente Amplio al desnudo
El Frente Amplio y la Consolidación del Clientelismo en Salto
Por Cecilia Eguiluz Recientemente, la Intendencia del Frente Amplio firmó un convenio que transforma a aproximadamente 300 trabajadores en empleados permanentes.Este hecho se suma a una serie de prácticas cuestionables que han definido la administración actual, caracterizada por abusos de poder, clientelismo y una gestión deficiente durante los últimos nueve años.
A solo seis meses de unas elecciones que podrían significar la pérdida del poder para este gobierno, la persistencia en actuar arbitrariamente y transgredir normativas no sorprende.
Este comportamiento, habitual durante su mandato, incluye despidos por motivos políticos y el ingreso de nuevos trabajadores bajo criterios igualmente partidarios, todo esto en un año electoral y sin considerar la opinión de los salteños ni de la Junta Departamental.
La gestión ha estado marcada por un estilo totalitario que jamás se ha intentado disimular.
Es conocido por todos, incluso por aquellos que se ven atrapados en este sistema clientelista, que existe un miedo palpable a cuestionar el régimen vigente, ya que quienes se atreven a hacerlo enfrentan severas repercusiones si no se alinean con los intereses de sus superiores.
Este es el panorama que presenta el Frente Amplio en Salto: un partido controlado por una élite, liderada por la familia Lima, que ha concentrado el poder en su interior.
Votar por el Frente Amplio, por ende, significa reforzar dicho poder elitista, el cual ha sido señalado como una «dinastía» incluso por algunos de los históricos militantes del partido.
No obstante, existen quienes intentan desligarse públicamente de estas decisiones, replicando actitudes similares a las de Poncio Pilatos.
Es imprescindible expresar la realidad de manera contundente: posicionarse como opositores a decisiones de las que son cómplices es un acto de hipocresía que desprecia la inteligencia de los ciudadanos de Salto.
La resolución de convertir en permanentes a los funcionarios municipales no es una decisión tomada al azar; responde a las políticas de un gobierno que pertenece a una fuerza política que siempre ha presumido de contar con un programa cohesivo y de tomar decisiones consensuadas.
Este es el mismo Frente Amplio que, hace unos días, eligió de manera unánime a tres candidatos para las próximas elecciones, gracias al respaldo del sector mayoritario que encabeza la familia Lima.
Estos mismos actores decidieron romper la premisa de «programa único y candidato único para la intendencia» para adoptar una estrategia de captación masiva de votos, un enfoque que, aunque válido, demanda responsabilidad por parte de sus líderes.
A pesar de que muchos frenteamplistas pueden disentir de las posturas de los Lima, todos, de forma consciente, han contribuido y siguen contribuyendo a fortalecer su poder, sabiendo que representan al sector dominante.
Por lo tanto, es tiempo de ser claros: ningún dirigente del Frente Amplio puede considerarse oposición.
Todos asumen la responsabilidad de las decisiones tomadas en estos nueve años de gobierno en Salto.
La verdadera alternativa a un tercer mandato de los Lima radica en la Coalición Republicana.
Fuente: Diario Cambio