Garzón: el encantador pueblo uruguayo que hipnotiza a los amantes del arte y evoca la belleza de la Toscana.
La Capilla de Pueblo Garzón se Transformó en un Espacio Artístico
Pueblo Garzón, una pequeña localidad uruguaya que parece detenida en el tiempo, sorprendió a sus habitantes al amanecer sin los tradicionales bancos de madera en su capilla.En su lugar, el artista plástico alemán Lukas Kühne presentó una instalación sonora compuesta por cajas de resonancia y martillos de goma.
Kühne fue uno de los artistas invitados a la 8ª edición de Campo, un festival creado por la fotógrafa estadounidense Heidi Lender, que reunió durante tres días a más de 20 artistas internacionales, provenientes de países como Estados Unidos, Singapur, Corea del Sur y Brasil, además de atraer a cerca de 6.000 visitantes.
Pueblo Garzón: Un Proyecto Utópico
Radicado en Uruguay, Kühne se ha declarado un apasionado de Garzón, al que describe como "un proyecto utópico en el buen sentido".Este encantador pueblo, ubicado a 170 km al este de Montevideo y conocido por sus paisajes de viñas y olivos, ha sido comparado con la Toscana italiana.
"Parece un pueblo cualquiera, pero no lo es, están apareciendo cosas muy lindas e interesantes, tiene su aura", comenta el artista.
La Influencia de Francis Mallmann y Heidi Lender
El reconocido chef argentino Francis Mallmann fue el primero en poner a Garzón en el mapa al abrir su restaurante hace dos décadas."El embajador absoluto es Francis", sostiene la chef Lucía Soria, quien dirige el proyecto de cenas itinerantes Mesa Garzón.
"Pero la embajadora del arte es Heidi", complementa sin dudar.
Lender, quien llegó por casualidad hace 14 años y se enamoró del pueblo, decidió establecer una organización sin fines de lucro para ofrecer a otros artistas la oportunidad de crear en este entorno mágico.
Su proyecto incluye residencias artísticas, el festival y la próxima construcción de un campus diseñado por el arquitecto uruguayo Rafael Viñoly.
La Energía de Garzón
La artista asegura que "es difícil de explicar qué tiene Garzón, hay que venir y vivirlo".Según ella, "hay una energía que no existe en ningún otro lado del mundo; es un mix entre la luz, la gente, la autenticidad, la simpleza de vivir, la tranquilidad, la soledad, la belleza… es una gran sopa de magia".
Un Punto Estratégico
Situado a poca distancia de Punta del Este, Garzón se beneficia de su cercanía al balneario preferido de la élite sudamericana, renombrado tanto por sus playas como por su vibrante vida nocturna.Además, se encuentra a solo 35 kilómetros de José Ignacio, un destino exclusivo que en recientes años ha atraído a amantes del arte, galerías y eventos internacionales.
Cultura y Arte en la Plaza Principal
La actividad en Garzón se centra alrededor de la plaza principal, donde se encuentran la iglesia, la municipalidad, un club social, un antiguo almacén convertido en tienda de diseño, el restaurante de Mallmann, un museo/café y varias galerías.El artista plástico uruguayo Mauro Arbiza, quien vende sus esculturas en Garzón desde hace nueve años, recientemente abrió su propia galería frente a la plaza.
"La gente de poder adquisitivo alto que veranea en Punta del Este, viene a la Bodega Garzón o al restaurante de Mallmann", explica.
Sus obras oscilan entre 2.500 y 40.000 dólares, un rango que se repite en otras galerías locales.
Arbiza también menciona que "ahora hago más contactos en el pueblo que en Miami", subrayando la relevancia artística de la zona, que atrae a turistas, coleccionistas y curadores, principalmente europeos y estadounidenses, aunque también de Argentina y Brasil.
Convivencia y Cambios en Garzón
Conocido como "El Mijo", Artigas Rodríguez ha vivido en Garzón durante más de 20 años dedicándose a la construcción.A sus 85 años, aprecia la tranquilidad y la buena relación entre los vecinos, destacando que la llegada de extranjeros ha generado mayor simpatía que resistencia.
"A través de los años ha habido una integración muy respetuosa de ambos lados", asegura Soria.
Este resurgimiento artístico ha revalorizado las tierras del pueblo, donde un terreno de 1.000 metros cuadrados cuesta alrededor de 100.000 dólares.
Con información de AFP.
Fuente: Telenoche