La emotiva despedida se llevó a cabo en el Gran Teatro Nacional, un imponente espacio con capacidad para 1.500 personas, situado al lado del Ministerio de Cultura, donde desde el jueves se rinde homenaje al exmandatario en su velorio.
Perú despide a Alberto Fujimori con emotivos homenajes
Este sábado, Perú rindió masivos y emotivos homenajes al exmandatario Alberto Fujimori, quien estuvo preso durante 16 años por delitos de lesa humanidad.Su fallecimiento tuvo lugar el miércoles, a los 86 años, tras cuatro meses de tratamiento contra un cáncer de boca.
Honores de Estado en el Palacio de Gobierno
Antes de ser trasladado a su lugar de descanso final en un cementerio del este de Lima, el cuerpo de Fujimori recibió honores de Estado en el Palacio de Gobierno.La presidenta Dina Boluarte encabezó el último acto oficial en memoria del exmandatario, quien tuvo un gobierno controvertido entre 1990 y 2000, marcado por la lucha contra el grupo terrorista Sendero Luminoso, la modificación de la Constitución tras disolver el Congreso y su papel en la recuperación económica del país tras la hiperinflación.
Emotivas palabras de su familia
Durante una ceremonia religiosa en el Gran Teatro Nacional, su hija Keiko expresó: "Finalmente eres libre del odio y la venganza..
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el pueblo peruano te ha absuelto de tanta persecución".
El teatro, que tiene capacidad para 1,500 personas, albergó un altar con rosas blancas y una imagen de gran escala de Fujimori.
Solo familiares y allegados pudieron acceder al interior, mientras cientos de simpatizantes siguieron el acto desde una pantalla gigante en el exterior.
Édgar Grados, un comerciante de 43 años, destacó: "Este hombre que pacificó al país tuvo los pantalones bien puestos para luchar contra el terrorismo", recordando el legado de Fujimori y su influencia perdurable.
Grados viajó más de 100 kilómetros para despedir a su líder.
Un líder polarizador
Fujimori, de origen japonés, llegó al poder como un 'outsider' al vencer en 1990 al escritor Mario Vargas Llosa, transformando la dinámica política del país y manteniendo una polarización entre fujimoristas y antifujimoristas hasta el final de sus días.A pesar de su deteriorada salud, su hija insinuó en julio que él podría postularse nuevamente en las elecciones generales de 2026, tras haber sido indultado por razones humanitarias.
Reacciones ante su legado punzante
Durante los 16 años de prisión, Fujimori proclamó su inocencia, sin embargo, la justicia lo responsabilizó por las matanzas de Barrios Altos y Cantuta, donde un escuadrón militar ejecutó a 25 personas entre 1991 y 1992. Entre 1980 y 2000, el conflicto interno dejó más de 69,000 muertos y 21,000 desaparecidos, la mayoría civiles, según informes de la Comisión de la Verdad.En una emotiva intervención, su hijo Kenji elogió la obra de su padre, conocido popularmente como "El Chino", manifestando que siempre vivió "una despedida" debido a la prisión de su padre.
"El pueblo reconoce quién es el mejor presidente.
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¡Fujimori nunca va a morir!", declaró con emoción.
Silencio sobre las víctimas
El masivo adiós a Fujimori, cargado de homenajes, contrasta con el silencio respecto a las víctimas de su gobierno.Durante los tres días de duelo decretados por el gobierno, no se registraron protestas ni movilizaciones de la oposición o grupos de derechos humanos.
Gladys Rubina, hermana de una de las víctimas de la masacre de Barrios Altos, afirmó: "El señor nunca nos pidió ni disculpa ni perdón".
Asimismo, Salomón Lerner Febres, ex presidente de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, lamentó que Fujimori partiera sin pedir perdón a las víctimas civiles, reconociendo que, aunque hizo cosas buenas, también tuvo momentos en los que no estuvo a la altura de su cargo.
FUENTE: AFP
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