Lula da Silva, el presidente brasileño de 79 años, enfrenta una nueva prueba de salud tras ser diagnosticado con vértigo este lunes, lo que lo llevó a suspender parte de sus compromisos oficiales.
Problemas de salud para Lula da Silva: Diagnóstico de laberintitis
Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, ha sido diagnosticado este lunes con laberintitis, una afección del oído que le provocó episodios de vértigo.Según informaron fuentes del gobierno, este nuevo inconveniente se suma a una serie de problemas de salud que ha enfrentado el mandatario brasileño.
Lula, de 79 años, regresó a la residencia presidencial después de someterse a exámenes médicos en un hospital de Brasilia.
Una fuente anónima de la presidencia confirmó que el presidente canceló parte de su agenda debido a su malestar y debe permanecer en reposo durante el día.
Estado de salud y antecedentes médicos
El Hospital Sirio-Libanés, a través de un boletín oficial, detalló que Lula presentó un "cuadro de vértigo, con diagnóstico de laberintitis".A pesar de esta situación, los exámenes de imagen y análisis de sangre realizados fueron considerados dentro de parámetros normales por los médicos encargados.
Este episodio se suma a un historial médico complicado, que incluye una hemorragia intracraneana que llevó a su hospitalización a fines de 2024, así como una operación de urgencia en diciembre pasado para drenar un hematoma tras un accidente en su residencia oficial.
Tras su recuperación en enero, Lula había retomado su intensa agenda, participando en giras internacionales por países como China, Rusia, Vietnam y Japón.
El futuro político de Lula y la competencia electoral
La reciente situación de salud de Lula plantea interrogantes sobre su capacidad para presentarse en las elecciones presidenciales del próximo año, aunque no ha descartado esa posibilidad.Su rival en los comicios de 2022, el expresidente Jair Bolsonaro, también enfrenta problemas de salud.
Bolsonaro, de 70 años, se sometió en abril a una complicada cirugía abdominal consecuencia de una puñalada que recibió durante su campaña electoral en 2018. A pesar de estar inhabilitado políticamente y enfrentar una acusación por golpismo en la corte suprema, el líder de la derecha brasileña asegura que aspira a ser candidato en las elecciones de 2026. Por su parte, la popularidad de Lula ha disminuido, en gran medida afectada por la situación inflacionaria que atraviesa el país.
Fuente: AFP
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