El Puerto del Salto Oriental revive su historia: un recorrido por los paredones, la rambla y la escalera, testigos de un legado arquitectónico que data desde 1865.
La Historia del Puerto de Salto en el Siglo XIX
Por Cary de los Santos Guibert En 1865, el Directorio de la «Nueva Compañía a Vapor La Salteña» realizó un encargo a Inglaterra para obtener el material necesario para llevar a cabo el balizamiento del Río Uruguay.En enero de 1866, al presentar su memoria de gestión económica y administrativa, la compañía aún aguardaba la llegada del material flotante.
Primeros Planos del Puerto
El 23 de septiembre de 1865, Don Joaquín Alfonso, desempeñándose como Delineador Público en la Junta Económico Administrativa de Salto, presentó los primeros planos y presupuesto para la construcción de los «paredones, rambla y escalera» del puerto del Salto Oriental.Para 1866, el armador naval Saturnino Ribes ya contaba con la primera estructura, construida con mampostería de piedra, que formaría el murallón de atraque y escalinata.
Sin embargo, el conocido «Viejo Malecón» presentaba limitaciones, ya que pasaba siete meses en seco durante la bajante del río Uruguay, lo que lo hacía inservible para las descargas y cargas de mercancías, así como para el embarque y desembarque de pasajeros de los buques a vapor.
Personalidades Emprendedoras
Durante esa misma época, habitantes de Salto destacaron por su carácter emprendedor y sus valiosas contribuciones a la ciudad.Entre ellos se encuentran figuras como Ricardo Williams, Mariano Cabal, Pascual Harriague, Dionisio Trillo, Saturnino Ribes, Manuel Ferrando, José G.
Amorim, Diego Lamas y Teófilo Córdoba.
Gracias a sus capacidades y conexiones, incluso en Argentina, impulsaron la creación de un banco, una compañía naviera, así como diversos edificios significativos como la Iglesia del Carmen, la Aduana, el Resguardo, la Jefatura de Policía, los saladeros, los astilleros, el Instituto Politécnico, grandes hoteles, el Hospital y el Hipódromo, entre otros.
Estas acciones fueron fundamentales para el crecimiento y desarrollo de Salto, convirtiéndola en un punto estratégico y dinámico en la región durante el siglo XIX.
Fuente: Diario Cambio