Reviviendo la historia de Salto: "Las Cavas", el icónico balneario que emergió en el verano de 1929 a orillas del imponente río Uruguay.
La Historia del Balneario Las Cavas
En la memoria de Salto, resuena la figura de Don Garaventa, quien fue el artífice de una cava que dio inicio a grandes transformaciones en la comunidad.Con la arena extraída, se fabricaron ladrillos y los vecinos comenzaron a levantar sus hogares.
Mesie Toucón, en un acto de colaboración, colocó los postes más al norte de la cava, permitiendo así que los habitantes de Salto establecieran comunicación telefónica con los vecinos de Concordia.
Agradecimientos hacia Garaventa y Toucón son bien merecidos, ya que su esfuerzo contribuyó al nacimiento de dos parajes a orillas del río Uruguay: «Las Cavas» y «El Cable».
Fue Don Orestes Lanza quien impulsó la idea de crear un balneario en esta hermosa costa uruguaya.
Los concejales apoyaron el proyecto y, entre Las Cavas y El Cable, comenzó a gestarse el balneario.
En el año 1929, con un reglamento establecido, carpas y casillas, se inauguró el balneario.
Para garantizar la seguridad de los bañistas, se colocaron boyas de ceibo, lo que permitió que todos supieran hasta dónde podían nadar con tranquilidad.
Fotografía Histórica
En la imagen, podemos ver el Balneario Las Cavas.En el centro, se aprecia a Miguel «Guecho» Guibert Arregui, abuelo de quien narra esta historia, junto a su madre, Gloria María «Lolita» Guibert Fernández.
Al fondo, a la izquierda, se observan los talleres de los astilleros salteños y, a la derecha, la sede de material del Club Remeros Salto en construcción.
Ordenanza de Baños de 1921
Antes de la colocación de garitas y carpas en el balneario, era requisito que los concesionarios solicitaran el permiso correspondiente a las autoridades municipales.Una vez otorgado este permiso, se autorizaba la provisión de servicios en la costa del río Uruguay y en las áreas designadas para baño público.
En cada sector habilitado, las carpas y garitas debían organizarse en líneas paralelas, dejando un pasaje de un metro entre cada una y asegurando que se ubicaran a una distancia no menor de diez metros del límite de las aguas.
Este legado histórico resalta la importancia del trabajo conjunto y la visión de aquellos pioneros que contribuyeron al desarrollo de nuestro querido Salto.
Fuente: Diario Cambio