La vida nocturna en Uruguay: Un análisis de la Udelar revela las motivaciones que nos llevan a disfrutar de las horas más oscuras.
Uruguay se consolida como uno de los países más nocturnos del mundo
Uruguay ha logrado posicionarse como uno de los países con horarios de cena, vida social y sueño más tardíos a nivel global.Este fenómeno ha despertado el interés de la comunidad científica, lo que llevó a un equipo de investigadores de la Universidad de la República (Udelar) a desarrollar un estudio para analizar las causas de esta tendencia.
Investigación liderada por Bettina Tassino
El estudio, a cargo de la investigadora Bettina Tassino, se enfoca en entender por qué los uruguayos tienden a "ubicar nuestro sueño tarde", una característica que parece ser común en toda la región del Río de la Plata.Tassino destacó que, aunque existe un componente biológico en esta nocturnidad, es fundamental considerar factores culturales: "La vida social activa hasta altas horas de la noche, cenas tardías y horarios laborales desfasados contribuyen a este comportamiento".
Asimismo, la investigación sugiere la posibilidad de que haya un factor genético que también influya en esta inclinación hacia la nocturnidad.
Según Tassino, el "punto medio del sueño" de los uruguayos se encuentra retrasado, lo que indica un desajuste entre el reloj biológico individual y las exigencias sociales, un aspecto que podría tener raíces más profundas.
Adolescentes uruguayos, los más nocturnos
Entre la juventud, la situación se torna aún más pronunciada."Los adolescentes uruguayos son campeones de la nocturnidad", aseguró Tassino.
Sin embargo, esta tendencia conlleva serios problemas de salud, dado que muchos jóvenes sufren déficit crónico de sueño.
La neuropediatra Virginia Kanopa explicó que "se acuestan tarde y se levantan temprano", lo que limita las horas de descanso necesarias para su desarrollo físico y mental.
Idealmente, deberían dormir entre 10 y 11 horas diarias, pero esta realidad dista mucho de ser la norma.
Desajustes que afectan a la sociedad en su conjunto
El análisis también revela cómo los desajustes en los horarios de alimentación y el desequilibrio entre los sistemas laboral y educativo agravan esta nocturnidad.Los uruguayos tienden a finalizar su jornada laboral tarde, cenan después de las 21:00 y muchas veces se acuestan pasadas las 23:00, afectando así la higiene del sueño tanto de adultos como niños.
Kanopa hizo hincapié en la falta de políticas públicas que aborden estos temas como un factor que perpetúa el problema: "En otros países, por ejemplo, se han implementado cambios en los horarios de inicio de clases para ajustarse mejor a los ritmos biológicos de los adolescentes, una medida que aún no ha sido considerada en Uruguay".
Impacto en los más pequeños
La investigación de la Udelar también se centra en los niños, quienes están en pleno proceso de desarrollo.Kanopa advirtió que "durante el sueño ocurren cambios fisiológicos fundamentales" que son cruciales para el crecimiento y la salud a largo plazo.
Este estudio resalta la necesidad urgente de reflexionar sobre los hábitos nocturnos en Uruguay y su impacto en la salud de la población.
Fuente: Telenoche