Relató la desgarradora noche en que desapareció su padre y nunca más hubo noticias de él.
“Mi madre lo aguardó durante muchos años”, comentó sobre Sara Barrocas, quien hoy cuenta con 94 años de vida.
Hallazgo de Restos de Luis Eduardo Argión Castel: Un Ciclo que se Cierra para su Familia
Sabina Arigón Barrocas, hija de Sara Barrocas y Luis Eduardo Argión Castel, fue informada este martes sobre la confirmación de la identidad de los restos de su padre, encontrados el 30 de julio de 2024 en el Batallón 14. La identificación se llevó a cabo mediante un análisis genético realizado en Argentina y se anunció durante una conferencia de prensa en la Fiscalía.Sabina recordó la angustiante noche del 14 de junio de 1977, cuando su padre fue arrestado por última vez en su hogar, donde se encontraba junto a su madre y su hermana.
"Entraron vestidos de civiles y de militares, golpeando la puerta y a los gritos", rememoró.
A las hijas, que eran menores de edad en ese momento, les solicitaron que se cubrieran y posteriormente les pidieron sus cédulas para verificar su identidad.
Cuando llevaban a Luis Eduardo, Sara, su esposa, preguntó a dónde lo trasladarían.
La respuesta fue que recibiría información más tarde, pero nunca volvieron a saber de él.
"Probablemente, ya estaba muerto", afirmó Sabina, enfatizando la tristeza y el dolor que su madre sufrió durante años al recorrer diferentes cuarteles en busca de respuestas.
“Le mentían en la cara a una mujer que iba durante años a preguntar”, sostuvo, describiendo esto como una faceta oscura del alma humana.
La hija de Argión Castel reveló que nunca hubo un día específico en el que le dijeran que su padre no regresaría.
Con el paso de los años, la esperanza de su retorno se fue desvaneciendo, aunque su madre lo esperó durante muchos años.
"Cada vez que paraba un taxi, ella se asomaba a ver si era él", narró.
El martes pasado representó un día de sentimientos encontrados para la familia.
Por un lado, existía "tranquilidad" y "cierta felicidad" por el cierre de un ciclo, pero también "mucha tristeza" por confirmar sus sospechas de que Luis Eduardo había muerto.
Sabina expresó su "vergüenza" ante la crueldad mostrada por quienes cometieron tales actos, señalando que matar a una persona y ocultarla es un acto de cobardía, incluso en contextos bélicos.
Con 94 años, Sara ha lidiado con un largo proceso de duelo.
"Con los años, el duelo ya lo hizo", comentó Sabina, quien lamenta que su madre no haya conocido antes el destino de los restos de su padre.
A pesar de la falta de apoyo inicial por parte de los gobiernos y las Fuerzas Armadas, la familia siempre mantuvo la esperanza de encontrarlo.
"Se lavaron las manos", afirmó Sabina, recordando cómo en 2005 se abrió una nueva ventana al aparecer los primeros restos.
Hoy, espera que el hallazgo de restos continúe para que otras familias puedan ubicar a sus seres queridos y cerrar también sus ciclos.
Fuente: Subrayado