Con profundo pesar, despedimos a Raúl Rodríguez, un ferviente amante del teatro que marcó un antes y un después en nuestra escena cultural.
Fallece Raúl Rodríguez da Silva, un ícono del teatro
Con profunda tristeza se informa el deceso de Raúl Rodríguez da Silva a la edad de 82 años, luego de sufrir un ACV hemorrágico.Este destacado actor, director, pedagogo y activista político dejó una huella imborrable en el mundo del teatro y la educación artística.
Trayectoria y aportes al teatro
Raúl Rodríguez fue un referente cultural de América Latina y representante de la academia Gitis de Moscú.Además, formó parte de la Asociación de Escritores de Rusia y dirigió el Taller de Teatro de Paysandú.
A lo largo de su carrera, dictó clases en Moscú durante varios años y fue galardonado con la medalla conmemorativa Fiódor Dostoievski, otorgada por el gobierno ruso.
Su pasión por el teatro lo llevó a realizar puestas en escena en diversos países, incluyendo España, Irán y Ecuador.
Un verdadero trotamundos del teatro, Rodríguez llevó cuatro elencos de Paysandú a Moscú y a Minsk entre 2000 y 2012. También fue el promotor de la única gira empresarial a Moscú en 2001, que contó con la participación del entonces intendente Álvaro Lamas.
En 2003, su grupo recorrió Perú, Ecuador y Colombia, dejando su impronta en cada lugar visitado.
Vida personal y formación
Nacido en 1943 en Durazno, Rodríguez asumió Paysandú como su hogar desde los años noventa.Aunque tenía planes de regresar a Moscú para impartir un nuevo taller entre abril y mayo de este año, su salud le mantuvo en Uruguay.
Sin embargo, hasta sus últimos días, soñaba con empacar sus maletas y continuar su labor pedagógica.
Los primeros pasos en el mundo teatral de Rodríguez fueron en la Escuela Municipal de Arte Dramático de Montevideo.
A lo largo de su carrera, trabajó en teatro y televisión tanto en Uruguay como en Buenos Aires.
Durante los convulsos años 70, se vinculó al MLN-T, siendo detenido en 1972 y liberado al año siguiente.
Posteriormente, se trasladó a Santiago de Chile, donde fue capturado por el régimen de Pinochet.
Su vida se salvó en una noche oscura en el Estadio Nacional, donde los militares practicaban la decimación.
Regresó clandestinamente a Uruguay en 1975 y fue detenido nuevamente, permaneciendo preso hasta 1985. A pesar de estas experiencias traumáticas, Rodríguez prefirió centrarse en su amor por el teatro y sus aspiraciones artísticas, nunca hablando abiertamente sobre su pasado político.
Un legado inolvidable
Su llegada a Paysandú se produjo en 1996, contratado por el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) para realizar un taller.Desde entonces, hizo de esta ciudad su hogar definitivo.
A lo largo de su vida, fue reconocido internacionalmente, con contratos anuales como docente en Moscú, aunque su contribución no siempre fue valorada en su propio país, y especialmente en Paysandú.
Raúl Rodríguez deja un legado invaluable en el ámbito teatral y pedagógico, defendiendo el sistema Stanislavski y enfatizando la conexión entre la vida y las emociones.
Su dedicación al arte y a la enseñanza marcará a futuras generaciones de artistas.
Queda mucho por escribir acerca de su trayectoria y personalidad, pero sin duda, su esencia perdurará en el escenario del teatro uruguayo.
Por E.
J.
S.
Fuente: El Telégrafo