La Editorial Artesanal Cuenta, Imagina y Crea presenta su cautivadora nueva obra: «Zulema y el vuelo invisible».
María Fernanda Peralta y su obra «Zulema y el vuelo invisible»
La autora de literatura infantil, María Fernanda Peralta, nos deleita con su historia titulada «Zulema y el vuelo invisible».Esta encantadora narración se desarrolla en un entorno mágico, en la ladera de una montaña poblada de árboles altísimos, nubes juguetonas y un viento perfumado.
En este idílico escenario vive Zulema, una cigüeña con alas largas y fuertes, y un pico elegante.
A pesar de sus atributos, Zulema se mira cada mañana en el reflejo de la laguna y suspira, expresando: "No soy tan bonita como las demás.
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Desde hace un tiempo, en las ramas más altas, colgaban llamativos carteles que decían: «¿Quieres verte más linda? Ven a la Clínica “Todos Bellos”.
Tratamientos especiales para aves con estilo.
¡Promo de bienvenida!» Zulema había guardado uno de esos volantes bajo su ala, y en ocasiones lo leía en silencio, imaginando cómo sería tener plumas más brillantes o un pico más pequeño.
Una tarde de sol tibio, se sentó sobre una rama para descansar y reflexionar.
Observaba las hojas moverse cuando, a su lado, un gusano de seda tejía su capullo con paciencia.
El gusano, sin dejar de trabajar, le preguntó: – ¿Qué miras? – Miro tu gran trabajo – respondió Zulema.
– Ah, es para ponerme más bonito – dijo el gusano con voz alegre.
– ¿Bonito? ¿Así todo envuelto? El gusano se rió: – Claro, pero no por fuera.
Lo que pasa aquí adentro es lo más hermoso: me transformo, cambio, pero no para gustarle a otros.
Lo hago para conocer quién soy en verdad.
Zulema se quedó pensativa.
En ese momento, otras cigüeñas se unieron a ella: Alma, con sus plumas desordenadas, y Clara, que cojeaba un poco desde que nació.
Ambas le ofrecieron semillas dulces y le preguntaron: – ¿Y vos, Zulema, cómo estás? Zulema dudó antes de responder: – Estaba pensando en ir a esa clínica… (señaló hacia el cartel con una flecha) para verme más linda.
Clara sonrió y le dijo: – ¿Y qué harías si te digo que cada vez que tú vuelas bien alto, nosotras te miramos deleitosas y nos haces sentir esperanza? Alma, la otra cigüeña, agregó: – Sí, y tu vuelo es lo más hermoso que tienen estos cielos; eso no se arregla con un cartel ni con una promoción.
Zulema observó sus alas.
No eran doradas ni brillantes como las de otras cigüeñas, pero eran sus alas, fuertes y fieles, como su corazón.
Esa noche, el viento trajo una melodía nueva.
Las cigüeñas danzaron entre las ramas y, sin saber cómo, Zulema comenzó a reír.
Ya no se preocupaba por cambiar su pico, ni sus alas ni nada más.
Su deseo era cambiar el mundo, al menos la forma en que se miraban unos a otros.
Días después, Zulema observó con expectativa al gusano, que salió de su capullo transformado en mariposa.
En ese instante, Zulema comprendió la verdad: la belleza no se busca, se cultiva desde dentro, como un nido pleno de amor.
Moraleja
La belleza verdadera no reside únicamente en lo que se ve, sino en lo que se siente, se hace y se comparte.Cambiar está bien si nace del amor propio, no de la comparación.
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Esta obra fue publicada por la editorial artesanal Cuenta, Imagina y Crea en el Diario La R.
Fuente: Grupo R Multimedio