Investigadores de Paysandú se sumergen en el enigma de los túneles subterráneos: un misterio que desafía el tiempo y la historia.
Charla sobre los Túneles de Paysandú en la 37ª Fiesta de la Prensa
Los investigadores Leonardo Bulanti y Jorge Pedoja presentaron la charla titulada “Los túneles de Paysandú”, en el marco de la 37ª Fiesta de la Prensa.La sala 1º de Julio de EL TELEGRAFO se llenó de público interesado en las investigaciones que abarcan diversas fuentes y momentos históricos, así como en profundizar sobre la veracidad de las tradiciones orales que han sido transmitidas por historiadores a lo largo de las décadas.
Debido al alto interés mostrado, los ciudadanos de Paysandú podrán asistir mañana jueves, a las 20:30, al auditorio “Miguel Ángel Pías” de Casa de Cultura.
Antecedentes de las investigaciones
Las primeras publicaciones sobre el tema provienen de viajeros ingleses que arribaron a Paysandú en el siglo XIX, poco después de finalizada la última Defensa.Entre ellos, el capitán Richard Burton visitó la ciudad en 1868 y mencionó al general brasileño Menna Barreto, quien ocupaba el flanco sur de Paysandú con sus tropas.
Su cuartel general, situado en la zona conocida como “San Solano”, es un localidad que ha despertado el interés de algunos investigadores, quienes suponen que podría referirse a Solano García.
El trabajo de investigacion también hace referencia a un “saladero subterráneo” construido por un antiguo jesuita de ese nombre.
Solano García, quien había sido cura párroco, estuvo vinculado a José Artigas, fue senador y uno de los promotores de la Constitución de 1930. Por motivos políticos se exilió en Cuba, desde donde trajo caracoles e inundó el ejido de Paysandú con esa producción, según lo comentó Bulanti.
Aunque el escrito original aborda únicamente este hecho, “sirve para que otros autores construyan una pirámide invertida e interpreten de manera fantasiosa algunos detalles", agregó Bulanti.
Esta descripción fue corroborada por otros viajeros ingleses que, en sus escritos, situaban al saladero a una milla de la plaza.
Los investigadores lo ubican en el barrio del Banco Hipotecario, específicamente en la intersección de avenida Soriano y Dr.
Luis Alberto de Herrera, así como en grupos de viviendas más al sur.
Aquí se vuelve a establecer el concepto de saladero subterráneo, cuyas estructuras se extendían bajo tierra hasta la plaza de Paysandú, como lo mencionó una viajera inglesa en 1875. Estas consideraciones fueron adoptadas en estudios posteriores; sin embargo, Bulanti aclara que existen diferencias significativas entre un saladero y un túnel.
Un plano de la ciudad de 1872 muestra que la concentración de construcciones se encuentra alrededor de la plaza, mientras que las áreas circundantes eran baldías y no presentan, en dicho plano —definido por Bulanti como "muy prolijo"—, indicios similares a túneles.
Entre las particularidades que se destacan en el plano se encuentran los aljibes, muchos de los cuales estaban interconectados, claramente marcados en las edificaciones de la época.
“Curioso descuimiento”
Otra referencia histórica sobre galerías industriales es “un curioso descuimiento” que fue reportado por EL TELEGRAFO el 5 de mayo de 1917. En esa ocasión, los cronistas informaron que un grupo de trabajadores realizaba tareas de conexión al saneamiento en la intersección de 18 de Julio y Treinta y Tres Orientales, cuando descubrieron una “gran galería subterránea que cruza la calle principal y conecta el Banco Italiano con el Banco de Londres”.A los pocos días, el diario anunció la suspensión de la instalación de caños de saneamiento en la calle, con el objetivo de llevar a cabo las investigaciones pertinentes.
Sin embargo, no hay ningún documento que respalde conclusiones sobre este descubrimiento.
El recinto reforzado durante la última defensa de Paysandú abarcaba varias cuadras.
“No sabemos si las zanjas fueron selladas con el fin de reactivar la ciudad luego de la defensa, pero empezaron a ser cubiertas con maderas y otros elementos para habilitar el uso de la calle 18 de Julio”, explicó Bulanti.
Posteriormente, tras el año 1917, el diario El Paysandú, de orientación colorada, retomó esta crónica y argumentó que había sido un pasaje utilizado para retirar fondos del Banco Mauá, que se encontraba dentro del perímetro de la defensa.
Sin embargo, el gerente del banco era parte del escuadrón de defensores.
“No creo que Mauá haya esperado al sitio para dejar caudales en su banco.
Además, estaba situado hacia el este de la calle Treinta y Tres Orientales”, concluyó el investigador.
Fuente: El Telegrafo