Artesanía literaria: Relatos que inspiran, sueños que flotan y creaciones que perduran.
La Lucha de Mónica: Un Relato de Inquietudes
La situación de Mónica en su nuevo hogar no ha mejorado tras varios meses desde su mudanza.A pesar de sus constantes reclamos y quejas, los dueños del apartamento parecen hacer caso omiso a sus problemas.
Creía haber encontrado el lugar ideal, cerca del parque, de su familia y de su querida amiga Fernanda.
El apartamento cuenta con una amplia habitación central, donde convergen todas las puertas: la del dormitorio, el baño y la cocina.
Además, un ventanal da a una terraza espaciosa, con una hermosa vista que alberga no solo sus plantas, sino también a Yuma, su fiel ovejera.
Mónica había tomado la decisión de vivir sola, sintiendo que era el momento justo para su independencia.
Sin embargo, jamás imaginó que ese lugar le traería tan mala fortuna.
El problema no surgió de inmediato; se agravó gradualmente a medida que usaba el apartamento.
En una de esas noches de insomnio, su teléfono sonó.
Era Virginia, su amiga.
-Hola, Moni, ¿cómo estás? -Bien, Fernanda.
Tratando de soportar este calvario.
-¿Qué te pasa? ¿No me digas que es lo de siempre? -Sí, Fer.
Me cuesta mucho solucionarlo.
Son muchos meses de lo mismo.
Estoy cansada, no duermo y me siento ansiosa.
¡No sé qué hacer! -Déjate de tonterías, no será para tanto.
Cuando pones voluntad todo es posible.
-Para ti, es fácil decirlo, porque no soportas todos los días lo mismo.
Parece que estoy siendo torturada como lo hacían los chinos en la antigüedad.
-A ver, explícame de nuevo, ¿qué piensas hacer? -¡Basta, Fernanda! ¡Ya te lo conté! -Sí, pero ¿por qué no me lo cuentas más claro? -Te lo he dicho un millón de veces.
Está en el mismo lugar.
-Insisto ¡cuéntame! -¡Está bien! Pero es la última vez.
Ven para casa y lo verás con tus propios ojos.
A los pocos minutos, Fernanda llegó, exhausta tras subir tres pisos por las escaleras.
-¡Uy, Moni! Si te mudas, porfa, que sea a una con ascensor.
No aguanto subir estos tres pisos.
-Hola, amiga, ¡qué alegría verte! -Bueno.
Parece que hace meses que no nos vemos.
¿Tan mal estás? -Sí, realmente estoy muy cansada.
-Bueno, Moni, ya estoy aquí.
Ahora cuéntame con detalles.
Luego de compartir un momento íntimo, Mónica llevó a Fernanda al lugar donde se encontraba el problema que la atormentaba.
-¿Ves, aquí, en este lugar? -¡Sí, veo! -¿Te das cuenta? ¡Es allí! ¡Estoy segura! Pero nadie ha dado con la falla.
Y los dueños se hacen los desentendidos.
-Y bueno amiga.
Tendrás que hacer lo que dijiste: o lo arreglas tú, o te mudas.
-La verdad ¡tienes razón! Esto ya no da para más.
Hace meses que no logro dormir tranquila.
Definitivamente, ¡me mudaré! -Bueno, Moni, no te angusties más.
Ven, preparemos unos mates y bajemos al parque, ¿dale? -Dale, vamos.
A lo mejor despejo un poco mi mente, charlamos y dejo de pensar aunque sea por un rato, en esa maldita gotera.
Sobre la Autora
Yanni Mara Tugores Tajada nació en Montevideo.Es escritora, prologuista y promotora cultural, dirigiendo su propio espacio cultural.
Ha sido multipremiada dentro y fuera de fronteras y ha participado en múltiples antologías.
También actúa como jurado en concursos, participa en radios y organiza concursos literarios.
Tiene publicados 13 libros y colabora con Cuenta Imagina y Crea en actividades que fomentan la lectura y escritura.
© Derechos reservados Editorial artesanal: Cuenta Imagina y Crea Esta nota fue publicada originalmente en Diario La R.
Fuente: Grupo R Multimedio