MMXXV: Un recorrido cautivante por las posibilidades que nos ofrece el año 2025
Reflexiones sobre el Cambio de Año y sus Implicancias Sociales
Por Gustavo Chiriff Iniciamos el año 2025 en el calendario gregoriano, transitando el segundo cuarto del siglo XXI.Para la cultura china, este es el año 4.722 y corresponde al año de la serpiente según su horóscopo.
Por otro lado, los hebreos celebran el 5786 y los musulmanes entran en el año 1448. Cada cultura tiene sus propias formas de recibir el año nuevo, y las costumbres al despedir el año viejo también varían dependiendo de la región.
En Uruguay, hemos presenciado un cambio en nuestras tradiciones a lo largo del tiempo.
Prácticamente se ha perdido la costumbre de salir a visitar a los vecinos tras la medianoche para desearles un feliz año, así como la tradición de atar una esponja de aluminio y prenderle fuego para que suelte chispas.
Los fuegos artificiales han reemplazado en gran medida a los cohetes, y la vestimenta blanca se ha vuelto común para recibir el nuevo año, junto con el ritual de comer uvas a las doce.
Muchos optan por celebrar en hoteles o complejos turísticos, mientras que otros prefieren hacerlo en locaciones paradisíacas, lejos de su rutina habitual.
El conteo de los años, que proviene de tiempos remotos, establece criterios cronológicos que marcan nacimientos y muertes, sirviendo de referencia para destacar acontecimientos significativos.
Sin embargo, ¿qué cambio se produce entre las 11:59 del martes 31 y las 00:01 del miércoles 1°? Para millones de personas, este cambio no implica nada trascendental; es simplemente un número.
El día siguiente es igual al anterior, y las luchas diarias continúan.
Para muchos, la preocupación principal es mantener su empleo o, para quienes están desocupados, encontrar uno.
También aparece la necesidad de resolver el lugar donde vivir, asegurando un hogar digno para sus familias, y el acceso a la salud en condiciones equitativas.
La vida cotidiana muchas veces se reduce a la capacidad de llevar un plato de comida a la mesa cada día.
Además, está la responsabilidad de enviar a los niños a estudiar, lo cual requiere desde uniformes y útiles escolares hasta el transporte adecuado para llegar a las instituciones educativas.
Es crucial garantizar el acceso a la información y contar con aulas y materiales apropiados para asegurar una educación de calidad.
Para que estos cambios se realicen y podamos avanzar hacia la superación de estas contradicciones, es fundamental establecer rumbos claros en las políticas sociales.
En las recientes elecciones, la mayoría del pueblo uruguayo optó por un gobierno de izquierda, centrado en estas preocupaciones sociales.
En mayo, los salteños y salteñas tendrán la oportunidad de decidir si, en nuestro departamento, seguimos ese camino, profundizando en un gobierno más solidario, participativo y eficiente.
Fuente: Diario Cambio