Beatriz De Rezendes comparte su conmovedora experiencia como madre: un recorrido colmado de amor, desafíos y una firme dedicación a la inclusión social.
La Transformadora Experiencia de Ser Mamá: El Testimonio de Beatriz de Rezendes
En el marco de una conversación íntima, Beatriz de Rezendes compartió su historia sobre la maternidad y cómo esta experiencia marcó un antes y un después en su vida.A los 23 años, cuando nació su hija Cecilia, Beatriz se enfrentó a nuevos retos en su vida cotidiana, ya que llevaba poco más de un año de matrimonio.
“Como todos saben, Ceci tiene síndrome de Down, y eso nos obligó a pararnos ante la vida de otra manera.
Desde ese momento, todo cambió”, afirmó Beatriz.
Su camino como madre estuvo marcado por importantes sacrificios, como abandonar su trabajo y sus estudios, así como la necesidad de formarse y aprender sobre la discapacidad.
Conectarse con otras madres y buscar experiencias similares fue clave en su proceso.
Agradecida, Beatriz comentó: “Fue un camino difícil, pero siempre acompañado de un gran grupo humano: mi familia, los médicos, las personas que nos apoyaron desde el primer día.
Gracias a ellos, el trayecto fue más llevadero.
Hoy puedo decir que fue lo mejor que me pasó en la vida”.
Actualmente, Cecilia tiene 43 años, Rita 42 y María Inés 38, lo que ha permitido a Beatriz vivir una vida llena de aprendizajes, desafíos y, sobre todo, amor.
Ser Mamá Joven
Beatriz reflexiona sobre cómo ser madre tan joven le enseñó a valorar lo que antes consideraba insignificante.“Cada pequeño logro fue una alegría inmensa.
Empecé a ver la vida desde otro lugar, con otra sensibilidad.
Cecilia me impulsó a trabajar siempre por la inclusión”, expresó.
Durante esos primeros años, la inclusión de niños con síndrome de Down no era común en diferentes ámbitos sociales.
“Desde el primer día luchamos por romper mitos y derribar barreras.
Cecilia pudo ir a un jardín común, asistir a una escuela especial y luego compartir experiencias en el liceo, aunque no en forma curricular.
Esa integración social fue muy valiosa para cambiar la mirada de muchas personas”, destacó Beatriz.
La llegada de Rita, 18 meses después de Cecilia, fue otro capítulo en su vida.
“Cecilia tenía solo 9 meses cuando volví a quedar embarazada.
La llegada de Rita fue un milagro.
En medio de tantas preocupaciones, ella vino a rescatarme, a mostrarme otro mundo”, recordó.
Las dos hermanas crecieron juntas, compartiendo espacios educativos, sociales y familiares, lo que enriqueció aún más su experiencia como madre.
Cuatro años más tarde, cuando menos lo esperaba, llegó María Inés.
“Fue un embarazo sorpresivo, que tuve que cuidar muchísimo.
Hice mucho reposo y, aunque nació un poco antes, fue otra gran alegría.
En ese momento ya tenía dos hijas pequeñas y una tercera que también requería mucha atención.
Fue una etapa desafiante, pero llena de amor”, concluyó Beatriz.
Fuente: Diario Cambio