Una aventura inolvidable en los Andes: la conmovedora historia de dos hermanas argentinas.
Trágica Historia de un Montañista y una Mochila Perdida en el Tupungato
Un grupo de montañeros se encontraba realizando una expedición para descender la momia de un niño inca, sacrificada hace 500 años en el Aconcagua.Sin embargo, un devastador terremoto sacudió la región, causando daños significativos en la provincia de Mendoza.
En medio de este cataclismo, el andinista Guillermo Vieiro perdió la vida mientras intentaba conquistar una ruta de alta complejidad en el volcán Tupungato, jamás explorada antes.
La Trágica Pérdida de Guillermo Vieiro
Guillermo Vieiro, experto montañista conocido como el “domador del Aconcagua”, había realizado numerosas ascensiones al pico más alto de América, que alcanza los 6.960 metros.Su experiencia incluía también varias expediciones al Himalaya.
No obstante, las circunstancias que llevaron a su fatal desenlace siguen siendo un misterio, incluso 40 años después de su trágica muerte.
En ese tiempo, sus hijas, Azul y Guadalupe, decidieron emprender la misma ruta que su padre había intentado ascender, con el fin de recuperar una mochila que había permanecido desaparecida hasta entonces.
El periplo, que duró 11 días y abarcó más de 100 kilómetros, las llevó a una altura de 6.100 metros.
Un Legado en la Montaña
Nacido el 21 de enero de 1941 en Buenos Aires, Vieiro era un apasionado del deporte desde joven, habiendo sido jugador de waterpolo en la selección argentina antes de dedicarse al montañismo.Según su hija Guadalupe, el apodo de “domador del Aconcagua” se debió a su amor por esa montaña, donde ascendió por cinco rutas diferentes.
Su espíritu ambicioso lo llevó a participar en expediciones al Himalaya, donde ocupó un papel destacado.
En 1985, se propuso escalar el volcán Tupungato, que, a pesar de no ser tan popular como el Aconcagua, representa una formidable altura de poco más de 6.500 metros.
El Terremoto y su Impacto en la Expedición
Mientras Vieiro y su compañero Leonardo Rabal intentaban llegar a la cima por una ruta técnica y compleja, un terremoto obligó a los otros expedicionarios a descender.Lamentablemente, Vieiro y Rabal no lograron sobrevivir.
Un Hallazgo Inesperado
Años más tarde, durante una expedición en la que trabajaba como guía, Gaiela Cavallaro divisó una mochila y otros objetos en el glaciar mientras ascendía a 6.100 metros.Tras rescatar una cámara de Súper 8, que resultó ser parte de las pertenencias de Vieiro, contactó a sus hijas, revelando así un capítulo no cerrado de su vida.
Preparativos para la Expedición
Guadalupe y Azul, conmovidas por el hallazgo, decidieron organizar una expedición para recuperar la mochila.Junto a un equipo de guías y documentaristas, se prepararon para enfrentar el desafío.
La experiencia emocional fue intensa para ambas, ya que cada paso hacia la montaña traía consigo una carga significativa de recuerdos y sentimientos.
Desafíos en Altura
A medida que ascendían, la presión física y emocional se hacía más palpable.Guadalupe, experimentando la altura por primera vez, enfrentó momentos de duda y angustia, mientras que Azul, a pesar de ser "un bicho de ciudad", demostró una fortaleza increíble en su esfuerzo por alcanzar los 4.600 metros.
Con la ayuda de sus guías, Guadalupe y su equipo finalmente llegaron al punto geolocalizado por Gaiela, donde encontraron la mochila que había pertenecido a su padre.
El viaje no solo fue físico, sino también un viaje hacia la sanación y el cierre de un capítulo familiar marcado por la tragedia y los misterios de la montaña.
Fuente: El Telegrafo
