La polémica en torno a la reducción de la jornada laboral: ¿Se puede medir la productividad y cuál será su efecto en los costos?
Polémica por la Reducida Jornada Laboral en el Uruguay
La propuesta de reducir la jornada laboral continúa generando un intenso debate en los ámbitos político y empresarial del país.Recientemente, el futuro secretario de la Presidencia, Alejandro Sánchez, mantuvo un encuentro con el designado ministro de Trabajo, Juan Castillo, antes del receso.
En esa reunión, Castillo destacó que la reducción de la jornada laboral será una de las prioridades de la nueva administración.
Voces en Contra de la Iniciativa
Desde el anuncio, varias figuras han expresado su desacuerdo con la medida.Uno de ellos es el diputado nacionalista Pedro Jisdonian, quien forma parte de la comisión de Asuntos Laborales.
Jisdonian argumentó que, aunque sea una disposición gubernamental, muchas empresas no podrán afrontar el costo de pagar el mismo salario al reducir las horas laborales.
Esto podría resultar en una disminución de la cobertura social y un aumento en la informalidad laboral.
Según el legislador, “las leyes deben reflejar la realidad y ser coherentes con las condiciones del país”.
En este sentido, destacó la complejidad de medir la productividad en diferentes sectores: “No es lo mismo una fábrica de botones, que sabe cuántos produce por día, que un comercio o un servicio, donde es más difícil establecer métricas de productividad”.
Jisdonian también manifestó su incertidumbre sobre cómo se pueden mejorar las condiciones laborales manteniendo los salarios, sin abordar previamente estos aspectos fundamentales.
Perspectiva Empresarial
Desde el sector empresarial, Julio César Lestido, presidente de la Cámara de Comercio y Servicios, sostuvo que las cámaras están abiertas al diálogo, pero enfatizó la necesidad de considerar las diferencias entre los rubros y tamaños de las empresas, así como la definición de productividad.“Es importante escuchar, analizar y trabajar juntos para ver si se puede llegar a un acuerdo”, expresó Lestido, quien también subrayó que no existe una manera clara de medir la productividad en todos los contextos.
El presidente de la Cámara advirtió que una reducción de la jornada laboral podría llevar a un aumento de costos para las empresas, lo que inevitablemente repercutiría en el consumidor final.
“Si continúo pagando por ocho horas mientras el trabajador trabaja seis, esa diferencia tiene que ser cubierta de alguna manera”, explicó.
En lugar de optar por esta reducción, Lestido propuso buscar mecanismos que permitan fomentar la contratación y ofrecer espacio para que las empresas puedan desarrollarse sin verse sobrecargadas por costos adicionales.
La discusión está planteada y se espera que ambos sectores continúen debatiendo las implicaciones de esta propuesta.
Fuente: Telenoche