La Basílica de Paysandú se alista para cerrar con broche de oro su proceso de restauración.
Restauración de la Basílica Nuestra Señora del Rosario y San Benito de Palermo en Paysandú
La Basílica Nuestra Señora del Rosario y San Benito de Palermo, un emblema histórico de Paysandú, avanza en su proceso de restauración.Desde enero de 2024, un equipo de expertos se encuentra trabajando en la recuperación de este patrimonio tanto sanducero como nacional.
Para el nuevo año, queda por abordar la refacción de la Torre Sur, entre otras tareas pendientes.
Las obras, que cuentan con un presupuesto de 350 mil dólares, se centran en diversas áreas del edificio, abarcando desde la estructura hasta detalles más específicos.
Hasta el momento, el proceso de restauración ha sido realizado por etapas, mostrando ya mejoras significativas en la fachada, el atrio, las columnas y la Torre Norte.
El párroco Rubén Avellaneda y el ingeniero Estanislao Gossi, quien colabora con la Basílica, compartieron con EL TELEGRAFO que la recuperación de la Torre Norte ha concluido, aunque aún se requieren trabajos en el lateral que da a la calle Florida.
Respecto a la pintura de la fachada, torres y columnas, se aguarda el acabado final.
“Le falta la pintura final.
Esto es revoquino, un revoque fino; no es pintura, es un revoque con color.
Se utiliza una muestra de la Universidad de la República que ha replicado la textura original con los componentes de hace 100 años”, explicó Gossi.
Por otro lado, las obras en la escalinata de acceso al templo han comenzado, aunque no están incluidas en el presupuesto inicial de la empresa responsable de la restauración.
Se trata de un trabajo contratado directamente por la Basílica.
La refacción de la escalinata, que exigirá un esfuerzo adicional por parte de la comunidad y la parroquia, se está realizando por tramos.
“Lo estamos haciendo por tramos y corre por cuenta de la colaboración que se vaya recibiendo”, señaló el padre Avellaneda.
La restauración de la Basílica no es solo un proyecto para la iglesia, sino para toda la ciudad de Paysandú.
Este edificio representa un símbolo de identidad y patrimonio para la comunidad.
“Cada aporte, por pequeño que sea, cuenta y nos acerca a la meta de recuperar este ícono para las futuras generaciones”, manifestó Avellaneda.
“Es fundamental rescatar el significado que tiene esto para Paysandú, que le pertenece a la ciudad.
Es el símbolo máximo de su Defensa”, concluyó el párroco.
Fuente: El Telegrafo