La fiscal Ángela Bonke solicitará a un tribunal de Apelaciones que reevalúe la calificación del delito, pasando de homicidio simple a especialmente agravado, debido a que el crimen se perpetró en presencia de un menor.
Condena a Joven por Homicidio en Tacuarembó
Un joven que, en febrero de 2022, dio muerte a su amigo con un arma de aire comprimido en Tacuarembó ha sido condenado a cumplir una pena de 7 años de prisión, en lo que corresponde a un homicidio de dolo eventual, según la sentencia en primera instancia.La fiscal del caso, Ángela Bonke, ha anunciado que apelará la decisión y solicitará un cambio en la calificación del delito, pasando de homicidio simple a homicidio especialmente agravado.
Este cambio se basa en el hecho de que el crimen se produjo en presencia de un menor de edad.
Bonke comentó que, aunque la sentencia inicial acogió la calificación jurídica solicitada por su equipo, es necesario seguir adelante con las etapas legales, ya que tanto la Fiscalía como la defensa tienen intenciones de apelar.
“Es crucial esperar a que la condena se haga firme”, subrayó la fiscal durante una conferencia de prensa.
“Para nosotros no era un accidente, nunca fue un accidente”, afirmó Bonke, quien enfatizó la importancia de reexaminar las circunstancias del caso.
“Vamos a pedir que se reconozca el agravante especial, que habíamos solicitado inicialmente, considerando que se trataba de un homicidio especialmente agravado, algo que el juez en primera instancia no aceptó, lo que resultó en una pena menor a la que habíamos propuesto”, añadió.
La fiscal también discutió la naturaleza del acto cometido: “Lo que se ha debatido en todo momento es a qué título el imputado ejecutó la acción; si fue un accidente o si fue algo que él no previó que podía ocurrir”.
En el caso del dolo eventual, se establece que el acusado no tenía la intención de matar, aunque era consciente de que esa consecuencia era posible.
Bonke destacó que la complejidad del caso radica en el tipo de arma utilizada: “Un arma de aire comprimido, que no es considerada un arma de fuego”.
La defensa del condenado argumentó durante el juicio que existe una percepción popular en el sentido de que las armas de aire comprimido no son letales y, por lo tanto, no representan un peligro mortífero.
Fuente: Subrayado