En la madrugada del domingo, un llamado al servicio de emergencias 911 alertó a las autoridades sobre una serie de incidentes que sorprendieron a los vecinos de la zona.
MÉXICO – Un menor de edad perdió la vida y ocho migrantes resultaron heridos tras un ataque a tiros perpetrado por sicarios en un vehículo que los trasladaba hacia la frontera de Tubutama, en Sonora, al noroeste de México, según informó la Fiscalía General de Justicia Estatal este domingo.
El incidente ocurrió en la madrugada del domingo, cuando residentes de la zona alertaron al número de emergencias 911. Las autoridades activaron el protocolo Código Rojo, lo que permitió llevar a cabo un operativo de rescate para las víctimas.
Testigos en el municipio de Sáric, Sonora, indicaron que todos los afectados eran de origen haitiano. Se encontraban en el pueblo pidiendo ayuda a los lugareños, a escasos 54 kilómetros de la frontera internacional entre México y Estados Unidos.
La Fiscalía de Sonora publicó un informe preliminar donde confirma que, al atender la alerta, las autoridades estatales y federales encontraron el vehículo tipo van incendiado y lleno de balas en las cercanías de Tubutama.
Peritos de la Agencia Ministerial de Investigación Criminal se encargaron de procesar la escena del crimen, mientras que elementos de la Policía estatal, Ejército mexicano y Guardia Nacional realizaban la búsqueda de los presuntos atacantes.
“Los hechos fueron reportados alrededor de las 7:15 horas del domingo, cuando el vehículo fue atacado con armas de fuego, resultando en la muerte de un menor de edad y heridas a ocho personas, cinco hombres y tres mujeres”, detalló la Fiscalía.
Los heridos fueron trasladados al Hospital del IMSS-Bienestar más cercano para recibir atención médica.
Las fuerzas de seguridad de los tres niveles de Gobierno -municipal, estatal y federal- mantienen una operación de localización y arresto del grupo criminal que agredió a los migrantes, utilizando apoyo aéreo y terrestre. Sin embargo, hasta el momento no se han reportado detenidos.
Los ataques a vehículos que transportan personas indocumentadas son comunes en la región del desierto de Sonora, donde diferentes bandas criminales luchan por el control de este lucrativo negocio ilícito, el tráfico de personas.
Los "polleros", o traficantes de personas, suelen recoger a sus víctimas en el municipio de Altar, junto a la carretera Federal México 2. La ruta, que conecta Sáric con Tubutama, es utilizada por estos criminales debido a la escasa vigilancia de las autoridades en México, sumado a que la geografía del desierto complica las labores de supervisión de las agencias estadounidenses al cruzar la frontera hacia Arizona.