El Ensamble del Río de la Plata brindó un concierto memorable que dejó a todos los presentes maravillados.
Concierto del Ensamble del Río de la Plata en la Basílica de Palermo
La Basílica Nuestra Señora del Rosario y San Benito de Palermo fue el escenario de una velada musical excepcional, con la presentación del Ensamble del Río de la Plata.Esta agrupación, compuesta por el pianista uruguayo Javier Toledo, la violinista Natalia Cabello y el violonchelista Pablo García, desembarcó en este emblemático lugar por cuarta vez, formando parte de los ciclos de conciertos organizados por la Comisión del Órgano “Gamba y Comoglio”.
Un viaje musical a través del tiempo
El programa de la noche estuvo meticulosamente seleccionado, guiando al público a lo largo de una travesía musical que recorrió diversas épocas y estilos.La velada dio inicio con el Trío para piano en Si bemol mayor, K.
502, una obra escrita hace 250 años por el célebre compositor Wolfgang Amadeus Mozart, conocido por ser uno de los pioneros en crear obras para trío con piano.
“Vamos a llenar esta hermosa Basílica con la alegría, la dulzura y la energía de Mozart”, declaró Javier Toledo al presentar la pieza, que fue interpretada con gran maestría por los tres músicos.
A continuación, se presentó la primera parte (Allegro con moto) del Trío para piano n.
º 1, op.
8 de Johannes Brahms, una obra emblemática del romanticismo.
Esta composición temprana del autor fue revisada y transformada en años posteriores, convirtiéndose prácticamente en una nueva pieza.
El trío brilló, ofreciendo un diálogo musical profundo y comunicativo entre sus integrantes.
Rescatando la música regional
Además de abordar las grandes obras del repertorio universal de música de cámara, el Ensamble se dedica a investigar y resaltar el repertorio de música de cámara local.En este contexto, se interpretó “Puesta de sol a las 6 de la mañana”, del uruguayo Leo Maslíah, reconocido por sus contribuciones a la canción popular y la literatura.
Maslíah es un destacado pianista y compositor que ha creado numerosas piezas de música instrumental académica.
El concierto continuó con una brillante interpretación solista de Toledo, quien deleitó al público con “Rítmica de tango para piano” del salteño Jaurés Lamarque Pons.
Esta obra, dividida en tres partes (Moderato, Tango canción y Tango milonga), representa fielmente la esencia de su autor, un pionero en la fusión de la música académica con géneros populares rioplatenses urbanos.
Un cierre emotivo
La velada prosiguió con dos pequeñas obras, interpretadas exclusivamente por violín y violonchelo: dos choros de Pixinguinha, uno de los más grandes compositores de la música popular brasileña.El cierre del concierto estuvo a cargo de “Adiós Nonino”, del argentino Astor Piazzolla, en una versión adaptada para trío por José Bragato.
Esta conmovedora pieza fue interpretada con intensidad y entregó al público un ambiente cargado de emoción.
Los músicos fueron ovacionados con aplausos entusiastas y, como despedida, ofrecieron un bis muy bien recibido: “Desde el alma”, el célebre vals de la uruguaya Rosita Melo.
Fuente: El Telegrafo