Lavalleja se despide del sueño de la Copa de Selecciones.
Inhabilitación de la Selección de Liga Minuana para la Copa Nacional
El reciente comunicado de la Organización del Fútbol del Interior (OFI) ha generado una fuerte repercusión en el ámbito deportivo uruguayo.A través de su tribunal arbitral, OFI decidió inhabilitar a la selección absoluta de la Liga Minuana para participar en la edición 2026 de la Copa Nacional de Selecciones.
Esta sanción viene acompañada de una multa de 100 Unidades Reajustables, lo que equivale a 181.941 pesos uruguayos según los valores establecidos por el Banco Central del Uruguay.
Además, la selección de Minas perderá los derechos de localía durante seis partidos, como consecuencia de los incidentes ocurridos en el partido de vuelta de la serie final de la Copa Nacional de Selecciones 2025, donde San José se consagró campeón del Interior.
Dicho encuentro estuvo marcado por serios disturbios que empañaron el desenlace del torneo.
Sanciones a San José
No solo la Liga Minuana enfrenta consecuencias.También se han impuesto sanciones sobre San José, quien deberá abonar 60 Unidades Reajustables, es decir, más de 109.000 pesos uruguayos.
Además, el Estadio Casto Martínez Laguarda estará clausurado para la selección absoluta por seis partidos, y también perderá los derechos de localía durante tres encuentros.
Consideraciones del Tribunal
El tribunal que tomó estas decisiones mencionó la existencia de “hechos de violencia” protagonizados por jugadores de la selección de Lavalleja Capital.Se destacó que los actos violentos comenzaron en el campo de juego, donde algunos jugadores de Lavalleja persiguieron y agredieron a sus pares de San José.
La situación se tornó aún más caótica cuando se trasladó a las gradas, donde aficionados de San José accedieron al terreno de juego, superando ampliamente la capacidad de la seguridad contratada para el evento.
La magnitud de estas sanciones resalta la necesidad de reforzar las medidas de seguridad en los eventos deportivos para prevenir situaciones de violencia que atenten contra la integridad de los jugadores y espectadores.
Fuente: El Telégrafo